Los budistas tienen un método particular al que llaman "darse cuenta tres veces". Si surge un problema (por ejemplo, si alguien siente de pronto deseo sexual, ambición o enojo) tienen que darse cuenta que está ahí. Si hay enojo, el discípulo tiene que decir interiormente tres veces: "enojo, enojo, enojo"; sólo para darse cuenta por completo de manera que la conciencia tome nota. Eso es todo; después sigue con lo que estaba haciendo. No hace nada con el enojo, sino que simplemente se da cuenta tres veces de que está ahí.
Es muy hermoso. En el momento en que tomas conciencia de eso y te das cuenta, desaparece. No puede atraparte, porque sólo puede hacerlo cuando no estás conciente. Este darte cuenta tres veces te vuelve tan conciente por dentro que quedas separado del enojo. Puedes verlo objetivamente porque esta "ahí" y tú estás "aquí". Buda les dijo que hicieran eso con todo.
Por lo general, todas las culturas y civilizaciones nos han enseñado a reprimir los problemas, de manera que a poco a poco uno deja de esta consciente de ellos, e incluso tanto que los olvida, cree que no existen.
Lo correcto es justo lo opuesto. Toma conciencia de ellos por completo, y al tomar conciencia y enfocarte en ellos se funden.
OSHO
