La luz permite ser inundada cuando uno quiere y se quiere. No es necesario avanzar caminos tan lejanos para poder encontrar la verdad. La verdad radica en el mismo ser y para ser encontrada es necesario navegar por nuestros propios laberintos, sumergirnos en nuestras pesadillas y desenredar la madeja.
Para mi suerte siempre tendré mis mandalas. Es gracioso contar como empecé a hacerlos.
Nacieron a través de una perdida, aparecieron para salvarme cuando más los necesitaba y amo este arte como nadie. Cada vez que hago uno me encuentro y me conecto con mi ser. Besos
Pd: La luz ha nacido para no apagarse